jueves, 18 de octubre de 2007

Algo tan parecido al amor

Como sea, lo único bueno del desamor, es que, nos da la posibilidad de medir la intensidad con la que amamos.


“Si algo he aprendido en esta vida es que hasta la certeza más absoluta pierde fuerza con el paso del tiempo. Las verdades incontestables se resquebrajan de pronto y vuelven absurda toda tu vida de antes: tantas lágrimas, tanto sufrimiento, tanta espera. Todo para esto. Todo para nada.
Y no es que hoy no crea que el amor duele, porque sí duele, pero me pregunto si tiene que doler siempre, si siempre tiene que doler de esta manera, si no habré estado equivocada toda la vida y si el que te quiere bien es precisamente quien no te hace llorar.”


“-Los grandes amores están llenos de sufrimiento- ..decía Juan Carlos en letras grandes, de titular. Decía sin pudor que la vida más triste era la novela que siempre había querido escribir, la que había llevado dentro durante años, la historia de un hombre con el corazón roto. Que nada se paraba, que podrías seguir trabajando, amando, sintiendo. Que al desamor se sobrevivía, decía, pero que nunca nada volvía a ser lo mismo cuando perdías el amor verdadero. Que él sabía muy bien de lo que hablaba. Eso decía.”


Fue aquél día que deambulaba por el centro, haciendo tiempo e intentando en vano ocupar la mente en algo que no fuera su recuerdo; con esa intención entré en la librería, evadirme paseando las portadas de libros que nunca tienes tiempo de leer. Entonces me encontré con esta novela y, por alguna extraña razón, sentí que necesitaba leerla, que en sus páginas encontraría la calma y el alivio que tanto necesitaba.
Yo, el mismo que decía, no hace tanto, que no tenía tiempo para leer novelas, sólo lo dedicaba a los ensayos o libros de texto; que debía tener cuídado y protegerme, seguir entero para salir adelante, “¿exponerme a caer de nuevo? no me lo podía permitir”, me decía. Así levanté una barrera que me mantendría a salvo, que evitaría precipitarme al fondo de este abismo; pero soy demasiado débil..y como me temía, esta vez no consigo salir a flote. Todavía no he aprendio a nadar, pero además ahora no encuentro motivos para seguir agitando los brazos. Empiezo a acostumbrarme a este vacío; ahora temo instalarme por siempre en este mar muerto..

¿Cómo puede la autora reflejar con tanta fidelidad los sentimientos, el desamor, las dudas, ilusiones y desilusiones de mujeres y hombres? y esa soledad..; en una búsqueda interminable, en la que apenas he conseguido algún instante de felicidad, un encuentro fugaz, en este desierto en el que me encuentro, completamente perdido.
¿Cómo puede ver con esa claridad estas sombras en el alma? ¿que lente le proporciona esa visión de su interior?
¿Es posible que se base para ello sólo en experiencias personales?
En su lectura, acompañando a Amparo, Silvana, Vicente, Cristina, Juan Carlos.. estoy encontrando, comprensión, serenidad, una ayuda para reconciliarme conmigo mismo y aceptar las cosas.., un bálsamo para esta herida que parece no cicatrizar nunca ¿cuánto pude durar esta sensación, este vacío; ..esta soledad
Por todo esto, y porque ya no volveré a pensar que leer una novela es una pérdida de tiempo que no puedo permitirme… ¡muchas gracias Carmen!
“.. para escapar de ella, para conjurar su recuerdo y sacárselo de dentro, porque estaba tan dentro de él, tan escondido, que muchos días le dolía respirar. Ya sabía que Juan Carlos había tratado desesperadamente de olvidarla.. Todo fue inútil. La memoria era tenaz y tramposa. Recordaba los olores, los lugares, los sabores, y su cabeza se los devolvía más intensos, más amables, más dulces de lo que habían sido en realidad. Porque la realidad era amarga: Ana ya no le quería, nunca volvería a besarla, nunca la tendría entre sus brazos, nunca sentiría que estaba en el centro mismo de la Tierra, Ana, principio y fin de todas las cosas. Nunca, de pronto, la palabra más odiosa del mundo…”



"…Y entonces fue cuando comprendió que nunca no era tan mala palabra, porque decir nunca era como decir siempre. Nunca la tendría, siempre la querría. Y con eso tuvo suficiente. Suficiente de desamor, suficiente de locura, suficiente de tristeza. Pensó que la vida también era eso: querer y que te quisieran, dulce, tranquila, serenamente. Sin sobresaltos… eso, así, sin más, también podía ser que fuese la vida.”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento ese vacío que sientes, esa soledad y esa desolación...en calidad de haber vivido o vivir o pensar en ello...el amor es el mayor dolor del mundo...había una frase que decía "solo hay algo peor que estar enamorado, noo estarlo"necesitamos ese enganche, esa energia, aunque sea negativa necesitamos esa fuerza, ese valor, ese creer, esa necesidad...
Pero como me dijo un gran amigo "todos estamos solos" no vale la pena buscar complementarse...
Ahora es que me dan muchos consejos de esos ejeje, que sabe la gente del corazón roto??Qué sabe la gente de sufrir??Cada uno vive su historia y sus circunstancias...en esta isla solo trago lágrimas saladas...
Un besito :)

Psicomata dijo...

Es interesante eso que dices que la autora refleja bien sentimientos de mujeres y hombres, pues habiéndome encantado el libro (muy recomendable) tengo la sensación que los sentimientos de las mujeres son muy reales pero los de los hombres están basados muy en estereotipos.

Tengo ganas de un libro en el que note la misma fidelidad para reflejar sentimientos en los hombres, porque en este, las dudas de las mujeres como digo son muy fieles a cualquier conversación de cafetería